Si la diarrea en lechones dura más de 3 días, el problema va más allá del medicamento: puede haber agua contaminada, mala higiene en las camas o baja inmunidad desde el nacimiento.
Un problema que va más allá del crecimiento
La diarrea persistente en lechones no solo retrasa el crecimiento. En muchos casos, es una señal de fallas en el manejo, la sanidad o la nutrición temprana. Por eso, atenderla a tiempo es clave para garantizar el bienestar y la productividad de la camada.
Factores que debes revisar en la granja
🔍 Existen elementos básicos del entorno que influyen directamente en la salud digestiva de los lechones:
- Calidad del agua: debe estar libre de bacterias y mantenerse bien almacenada para evitar contaminaciones.
- Cama limpia y seca: la humedad y la falta de ventilación aumentan el riesgo de diarreas y problemas respiratorios.
- Estado inmunológico: madres bien alimentadas, correctamente calostradas y vacunadas transmiten defensas sólidas a sus crías.
- Bioseguridad: una desinfección constante en las instalaciones reduce la carga de patógenos.
En conclusión, el entorno de los lechones es determinante para prevenir problemas digestivos.
¿Qué hacer si el problema es recurrente?
🔬 Cuando la diarrea se presenta de forma repetida, conviene profundizar en el diagnóstico y la prevención:
- Realiza coprocultivos o análisis de laboratorio para identificar la causa exacta.
- Rota antibióticos de forma responsable para evitar resistencias bacterianas.
- Usa sueros orales y electrolitos como herramienta preventiva y de apoyo en los casos más sensibles.
De esta manera, es posible controlar los brotes y reducir la mortalidad.
La prevención empieza en el entorno y termina en la nutrición
✅ Una buena prevención no depende de una sola acción. Comienza con un ambiente limpio, seguro y controlado, y se completa con una nutrición adecuada que fortalezca la salud digestiva de los lechones.
Además, un programa integral de manejo y alimentación permite que las camadas crezcan más sanas, uniformes y productivas.
